viernes, 30 de diciembre de 2016

NACIÓ EN BELÉN
29-12-2016
En Belén de Judá, exactamente. Era llamado Nazareo o Nazareno, pues sus “padres” vivían en Nazaret y fueron llamados por los gobernantes, a hacer el censo de personas a Belén, justo cuando a María, su madre, le llegó la hora del alumbramiento. Su verdadero padre no era José, sino el Espíritu Santo, el cual anunció, mediante un Ángel, a María que iba a ser madre por obra y gracia de Dios.
Jesús vino al mundo a explicarnos las Escrituras del Antiguo Testamento, en los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos recogen la vida de Jesús, desde su alumbramiento hasta su muerte en la cruz.
Jesús cogió, entre los hombres de Nazaret, a sus doce apóstoles a los que enseñaba mediante parábolas, la forma de ser fiel al Señor y a las Escrituras.
Simón, llamado Pedro, esto es, Piedra, era su jefecillo y Juan, el discípulo amado de Jesús. Pedro no escribió Evangelio, pero si Juan y además el Apocalipsis o fin del mundo.
Los Evangelios están escritos de una forma clara, de manera que puedan entenderlos todo el mundo. Los cuatro son muy parecidos y cuentan, prácticamente, las mismas cosas.
Destaca el de Juan, que es, quizá, para los más entendidos en la materia. A mi es el que más me gustó. Hacen siempre referencia al Antiguo Testamento, que es La Ley de Dios.
Jesús nació y vivió de una forma muy humilde. Con lo puesto, vamos. José, su padre en la Tierra, era carpintero, pero Jesús no le ayudaba, pues Él mismo decía, tenía que dedicarse a las cosas de su verdadero Padre, el Dios del Cielo, que nos ampare a todos y nos acoja en su seno.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 22 de diciembre de 2016

EL TIEMPO QUE PERDÍ
09-12-2016
Jugando a cosas vanales, lo tengo que recuperar, viviendo intensamente, ya que tengo más de 50 años y es hora de hacer cosas importantes y valiosas, de forma que la vida sea un poco mejor cada día.
El tiempo pasa y no nos damos cuenta de que, sin notarlo, vamos siendo mayores y no hemos hecho nada por mejorar el mundo en que vivimos. Cada día que pasa es un día menos que nos queda por vivir y mejorar personalmente y trabajar por este mundo, que es nuestro y tenemos que mejorarlo.
La vida es un juego de adultos, que debemos jugar a ganar y no perder ni un segundo, en cosas que no valen la pena. Hay que mejorar en valores morales, que nos hagan más y más personas responsables, que luchan por los demás y por si mismo, sin descanso, viviendo intensamente.
Mi sino es escribir y transmitir lo que llevo dentro, de forma que llegue a los demás y les haga un poco partícipes, de una forma de vivir distinta a la habitual y no perder el tiempo en cosas que no valen la pena.
Desde aquí quiero ser útil a mis hermanos, que sois todos vosotros, y haceros grandes en este mundo, que se nos escapa de las manos. Es bonito ser persona trabajadora y responsable con los demás.
Quiera Dios que no desvíe mis pasos y ande un camino certero y de verdad ante una vida, que si bien es corta, se pueden hacer muchas cosas en ella, sin titubear y haciendo grande el nombre de nuestra tierra.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 2 de diciembre de 2016

ESPERAR
28-11-2016
No hay cosa que me fastidie más que esperar. En este mundo globalizado, hay que esperar para todo. Cuando se trata de un asunto de papeleo, lo sacan a uno de sus casillas: “venga usted a final de mes” “Pasese dentro de 10 días” “Ya le avisaremos”. El cuento es que los días van pasando y eso que esperas con ansiedad, no llega. Yo se que el mundo no se hizo en un día, pero hay que aguantar y aguantar las cachorreñas , del que está sentado detrás de un mostrador, esperando que llegue la hora para irse a su casita.
Hay que esperar para todo, para papeles, para que te sirvan en un bar, en el supermercado, la llegada del autobús, para cobrar o para coger las medicinas en la farmacia. Será que yo soy demasiado exigente y lo quiero todo al momento, pero es terrible esto de las colas y las esperas.
Si fuesen ellos los que tienen que esperar, ya se darían más prisa en conceder, lo que el ciudadano de pie, les pide. Ellos tienen el sueldo seguro y no se preocupan por los demás. Si fuese al revés, como digo, cambiarían las cosas. Nosotros que sabemos lo que es esperar, daríamos un trato muy distinto, al que nos dan ellos a nosotros.
Sirva esta misiva para que se agilicen los trámites, que el ciudadano tiene que hacer cada día, con paciencia, o sea, el ser atendido en las distintas ventanillas, que hay en los edificios públicos, bancos , gestorías y todo tipo de oficinas, que nos sacan de nuestras casillas, al faltarnos siempre algún requisito, para solucionar nuestros problemillas.
Al final siempre se resuelven, pero se podían hacer con muchos menos trámites y papeleos, que no sirven para nada y nos hacen perder los nervios.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.