jueves, 22 de noviembre de 2012

Esta vida - Artículo de José Antonio Mérida

Comienza antes que seamos concebidos, cuando papá y mamá deciden traer al mundo un bebé.


Nueve meses en el vientre de mamá y por fin con dolores de mamá, el feliz alumbramiento.

Esta vida es como un viaje desde que empieza hasta que fallecemos. Cuando nacemos algunos, somos angelitos y otros no tanto. En cualquier caso somos niño o niña una delicia, que por todos es bien recibida.

Cuando nace un bebé es costumbre ir a visitarlo a él y a su mamá y papá. Si nos lo podemos permitir se le suele hacer presentes al bebé y a su mamá.

El bebé es el protagonista y su mamá la buena de la película. Su papá está contento con mamá y el bebé. Desde el cielo, Dios los mira con ternura.

El niño o la niña van creciendo en brazos de mamá. Papa trabaja para que nada les falte a su esposa y a su hijo o hija.

Desde muy pequeñito el bebé es visitado por todos y este empieza a hacer gracias: a reírse, a mover los brazos y piernas arriba y abajo.

Todos los miran con ternura y es muy bien recibido por familiares y amigos.

Poco a poco va creciendo y pronto dará sus primeros pasitos. Es feliz y cuando algo le molesta, llora.

El niño o la niña pronto dejarán de ser angelitos, en su caso, y empezarán a hacer travesuras. Mamá con paciencia lo cuida.

En nuestra sociedad, pronto tendrá que ir a la guardería, con 2 añitos o así, porque mamá tendrá que trabajar para ayudar a papá a traer el dinerito a casa.

Más tarde irá al colegio para aprender a leer y escribir y muchas cosas más.

Desde pequeño su mayor afición es jugar y se entretiene con cualquier cosa; si son juguetes, mejor que mejor.

El viaje que comenzó aquel día continua con la pubertad; época en que no se es niño ni hombre.

El vello empieza a salir y el tono de voz cambia. En esta época se suele ser muy rebelde y se les dan muchos problemas a papá y mamá.

Se acabó el estar todo el día jugando y ahora la cosa empieza a ser más seria.

Muchos niños desde pequeñitos no quieren ir al “cole” y cuando llega la pubertad, para las niñas antes que para los niños, son reacios a seguir estudiando.

En nuestro país actualmente, vivimos bien y los niños tienen juguetes y material escolar, para formarse y ser un buen profesional, de lo que a cada uno le guste.


De cualquier forma, es importante estudiar, hoy en día para acceder a un buen puesto de trabajo.

Pronto llegara la adolescencia y las jóvenes empezarán a fijarse en los jóvenes. Estos empezarán a hacer lo mismo con las muchachas, un poco más tarde.

Desde antes de la pubertad los niños y niñas van descubriendo su sexualidad y van viendo que no son iguales que sus cuerpos.

Esto lo aprenden de los otros niños más mayores y por propias experiencias. No son iguales los gustos de los niños y de las niñas. Ni para los juguetes ni para la forma de vestir, colores y demás.

Terminaran sus estudios y si hay trabajo se colocaran para pagarse los gastos que hasta ahora les proporcionaban papá y mamá.

Un chico y una chica se fijaran el uno en el otro. Pronto se harán novios y si la cosa va bien se casarán. Por ley de vida querrán tener hijos y la vida continua. Ahora los niños son hombres y mujeres que ya no juegan ni se distraen con cualquier cosa.

Papá seguramente, el que antes era el niño, trabajará para cubrir gastos:

- Compra de una vivienda para la nueva familia.

- Compra de muebles y enseres para el nuevo hogar.

- Sustento de la familia: padre, madre e hijos.

Como con lo que gane el ahora papá, en nuestros días, no será suficiente, mamá, su mujer tendrá que trabajar en casa cuidando a los niños y demás labores del hogar y además fuera para ayudar a la economía familiar.

Es verdad lo que se dice de que las madres son muy sufridas. Los padres son más liberales, en muchos de los casos, y se despegan de la familia; no debe ser esto así porque los que ahora son padres tienen que educar a sus hijos entre los dos, además de la educación-formación que reciben en el colegio y en su caso en la universidad.

Los primeros bebes de esta narración ahora son padres con hijos mayores. Entre penas y alegrías, el viaje continua.

La historia se repite y los hijos de los hijos de aquellos bebés primeros se casaran y tendrán hijos que serán los nietos de aquellos angelitos primeros.

Ahora los abuelos, que se dice que quieren más a los nietos que a sus propios hijos, quizás porque se dan cuenta de que sus días en la tierra se van acabando, son ancianos.

Ya no trabajan y desde cierta edad van teniendo “achaques”: dolores y enfermedades que se quiera o no se quiera, un buen día acabarán trayéndole la muerte y por tanto el viaje acaba aquí.

Pero la vida continua y por tanto, el viaje, para los hijos y nietos que a su vez traerán hijos al mundo para que vivan en la tierra y sirvan al Dios que trajo a los primeros bebés, Adan y Eva.

Así sucesivamente año tras año, siglo tras siglo, hasta que Jesús, aquel que prometió que un día se abrirían los cielos y el mismo vendría a por nosotros, a librarnos de las condenas de este mundo, nos lleve junto a su padre el Señor Dios, único y verdadero, y el mundo desaparecerá como un libro que se cierra y viviremos (nuestras almas) felices eternamente.

Será entonces cuando comience la verdadera VIDA.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA

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