martes, 24 de mayo de 2016

EL ODIO
21-05-2016
Es lo contrario al amor. Nace como consecuencia de la envidia. Por motivos inexplicables, una persona no se lleva bien con otra, simplemente porque no le cae bien o cree que esa persona no merece lo que tiene o lo que vale. Lo mejor es no odiar a nadie, porque es muy desagradable las cosas que pueden ocurrir si se odia: malos miramientos,  peleas e incluso llegar a matar por una tontería, como puede ser una creencia política, religiosa o deportiva o simplemente por creerse más que los demás.
También puede ser por consecuencia de celos, de la pareja por otra persona que puede meterse en ella. También por los bienes materiales que una tiene y la otra no.
Mi mente no concibe que una persona pueda odiar a otra, por cualquier cosa. Es de poco inteligente, ruin, zafio, necio y de poca capacidad mental. Es de personas que no aprecian la vida en lo que vale, que solo piensan en sí mismos y desprecian la gracia que todas las personas que, como tales, tenemos.
No se puede despreciar a ninguna persona y quien lo haga, lo paga en esta vida y quizá después de esta. El mundo se ha puesto que no se puede vivir en él. Todo es envidia, odio, malicia, mentira, desprecio y muchas cosas más, malas todas.
Que gano yo con mirar a mi vecino de reojo, con malas intenciones y desprecio hacia su persona. Acaso es el uno mayor que el otro. Hay que centrarse en las cosas bonitas que tiene la vida: el amor, el cariño, el llevarse bien, el aprecio, la benedicencia, la bondad, el saludarse, no mentir, perdonar, amar, tenerse como compañeros y portarse como personas, seres inteligentes.
Deberíamos recrearnos en hacer el bien a todo el mundo, en querernos como hermanos que somos, en vivir en cordialidad y dejarnos de malos royos que no llevan a buen término a nadie.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA .   

miércoles, 18 de mayo de 2016

EL BRUJO

Había una vez un brujo, tan brujo, tan, tan brujo que consiguió superar la maldad de la peor bruja.Leyó la Biblia y se enteró en que consistía la adoración a Dios y el hizo lo contrario, o sea, odiar a lo Divino, a sus hermanos.

Se cargó de rarezas hasta matar a su propio hijo, por lo que fué ingresado en un manicomio durante 10 años. Ël se creía que estaba haciendo el bien. Porfiando, porfiando consiguió que Dios le perdonase. El tiempo que estuvo en el manicomio fué terrorifico para el. Sufrió toda clase de males y por fin Dios, a traves de las medicinas que le mandaban los médicos, consiguió encauzar un poco su vida, Ahora continua embrujado, pero cada vez menos y hace oración por sus hermanos y ama a Dios.

Durante su embrujamiento se enfrentó a Dios hasta vender su alma al diablo y adorarle y embrujar al mundo entero. Dios, con paciencia, siguió con su  proyecto MUNDO.

Dios, en este tiempo, castigó al brujo y a sus seguidores ( que fueron muchos) con el fin de que dejasen de hacer el mal.No resulta fácil, pues el poder del demonio es grande y consigue, mediante los hombres y mujeres, muchas de las cosas que se propone.

El amor de Dios es tan grande e infinito que conseguirá, para el final de los días, que todos le adoremos, en el proyecto CIELO, que comienza en este mundo con los hombres y mujeres que aman a sus hermanos y hermanas.

Alli no existe la luz y la oscuridad, todo lo alumbra Dios, por tanto, no hay ni noche ni día. No hay hombres y mujeres, porque todos seremos como angeles Dios. No hace falta comer, porque a todos nos alimenta Dios.No existe la lluvia ni el viento,   niel sol, ni las estrellasNi el frio ni el calor y, para los mas incrédulos, no cuesta trabajo hacer las cosas.

DIOS ES AMOR.


José Antonio Mérida

viernes, 13 de mayo de 2016

LOS NIÑOS
12-05-2016
Los niños son esas dulces criaturas que el Cielo no regala para ser continuadores nuestros. De ellos debemos aprender y cuidarlos, como si de oro se tratase. Ellos van a lo suyo, sus juegos, su colegio, sus papis. No son interesados como los mayores, con cualquier cosa se conforman y no tienen nada en contra de nadie. Si los saludas, te contestan con esa dulce voz que tienen.
Vienen al mundo por deseo de sus padres y a sucedernos en este mundo, que no es precisamente bueno, pero ellos si lo son y serán capaces de cambiarlo, generación tras generación hasta el fin del mundo.
Con un juguetito se conforman y viven felices, sin meterse con nadie. Ellos son los reyes de la casa y el encanto de sus padres, que los miran con ternura, como solo ellos se merecen.
Van creciendo, poco a poco, y se vuelven un poco rebeldes, pero no porque sean malos, sino porque el mundo les trata mal y les enseña eso. Son una dulzura y vale la pena tenerlos. Son cariñosos, amables, simpáticos y un sinfín de cosas buenas que los hace ser queridos por los mayores, día a día hasta que se hacen grandes.
Su único deseo es jugar y aprender cosas de los mayores, crecer para ser importantes y hacer grandes proyectos, que pronto se convertirán en realidad. Sin ellos el mundo no sería mundo.
Es admirable la capacidad que tienen para aprender cosas para divertirse y jugar con cualquier cosa. Su mundo es diferente al de los mayores. Ellos no tienen rencor por nada, perdonan sin medida, lo que le podamos hacer. Rien constantemente y de cualquier cosa. Nos divierten con sus cosas y nos hacen la vida un poco más agradable. Su ley es la luz del mundo y su deseo, cambiarlo, para hacerlo un poco mejor. Sus travesuras nos hacen aprender, que debemos perdonar y girar alrededor de ellos, que tan pequeños, tienen mucho que enseñarnos.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 12 de mayo de 2016

ESE JESÚS DE NAZARET
11-05-2016
Vino al mundo a explicarnos las escrituras del Antiguo testamento, pero por lo que veo, seguimos sin comprenderlas, o bien, no le hacemos caso. Él hablaba claramente y sin tapujos, pero ni aún así.
Su fundamento es el amor al prójimo como a sí mismo y de la forma que Él lo hizo con nosotros. Hasta entregar la vida, si fuese necesario, por el prójimo.
Un mandamiento nuevo os doy:”Que os améis los  unos a los otros, como yo os he amado”. En esto está toda la Ley y los profetas. Es fácil decirlo, pero no cumplirlo y hasta el más valiente no es capaz de hacerlo. Es paradójico que no seamos capaces de amar a nuestros hermanos. Basta con considerarlos como nosotros mismos. Yo, desde mi pequeñez, y en mis escritos, trato de acercaros a la voluntad de Jesús, que es la del Señor nuestro Dios. Basta con dar un poco de limosna, saludar a la gente, ayudar a los más desvalidos y quererse como hermanos.
Jesús fue un hombre y venció al mundo. Nosotros también podemos hacerlo, si ponemos un poco de empeño. La única cosa que nos diferencia de Él, es que nació de madre humana, pero lo que dejó embarazada a María, procedía del Espíritu Santo.
Serás guiado por ángeles, para que tu pié no tropiece con piedra alguna. Y así fue, guió a su pueblo sin meterse en ninguna reyerta. Curaba a los enfermos, daba de comer a los hambrientos. Cosa que no hacemos hoy en día.
Hacía milagros y vosotros os preguntareis:¿Dónde están los milagros hoy en día? Pues los hay y muchos, lo que pasa es que nuestro corazón se ha endurecido, de forma tal, que no es capaz de verlos.
Mirad un poco la vida y veréis esos milagros que, día a día, acontecen y pasan desapercibidos.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 10 de mayo de 2016

FUENTES DE SABIDURÍA
08-05-2016
Son todos los ancianos, que a pesar de que están en el fin de sus días, tienen mucho que enseñarnos a los más jóvenes, que nos creemos amos del mundo y amos de la tierra y no sabemos hacer lo o con un canuto, como decía mi abuela. Qué razón tenía. Los jóvenes vamos a lo nuestro, sin importarnos ni un pimiento, lo que pase en el mundo.
Esa voz apagadilla, de tu padre o de tu abuela, te dará pingües consejos, que si los llevas a cabo, serás un hombre o una mujer de provecho,  inteligente, casi sabio, capaz de guiar a tus hijos hacia un mundo mejor. No desprecies a esos personajillos, que son nuestros mayores, que ellos nos dan tres vueltas, en cuestión de cosas de la vida.
Mi abuela murió ciega y en esta situación, me dijo:”para cuando tu vengas a verme otra  vez, yo ya habré muerto”. Y así fue, pero le tengo un gran respeto y afecto, aunque sea difunta, está en mi mente, como cuando estaba aquí.
Era bajita y creyente en Dios, al que oraba con frecuencia y tengo seguro que sus oraciones, han hacho meya, en el seno de su Dios y a favor mío, que sigo sus pasos.
Solo ansiaba compañía de sus hijos y nietos, a los que les decía que fuesen a verla. No veía, pero su corazón traspasaba, las mentes de quienes, con engaño, le decían que pronto irían a verla. Daba todo lo que tenía y no tenía ni un pelo de tonta ni de loca. Solo quería estar acompañada y que le hiciésemos caso.
Como ella, todos los ancianos, son merecedores de nuestro cariño y respeto, por todo lo vivido y porque quieren incurcarnos el bien, a nosotros, que vamos a lo loco por la vida y no respetamos nada, ni la luz de nuestros mayores, si quiera, que velan por nuestro bien, allí donde nos encontremos. La experiencia de los mayores, es la sabiduría de los jóvenes.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA