COMER, LO JUSTITO
10-10-2016
Cuando nos ponemos a comer, nos está todo tan bueno, que no
paramos hasta llenar la panza. Esto es malo, porque nos ponemos fofos y feos. Y
lo más importante no es eso, lo es, que nuestra salud empeora. Nos sube la
tensión, el colesterol, los triglicéridos y podemos hac3ernos diabéticos.
Es un vicio como otro cualquiera, se empieza por un poquito y
se va aumentando la dieta, hasta ponernos como una calabaza de gordos.
Además, es uno de los siete pecados capitales, la gula, que nos
lleva a comer sin apetito, tan solo por el gusto de tragar manjares, que hay
muchos, hasta hartarnos y eso es malo para nuestra salud.
Hay un momento, cuando comemos, que pensamos: “Ya estoy
lleno”. Es el momento de parar, aunque quede algo en el plato. Más vale tirar
un poco de comida, que no volverse obeso.
Es muy importante también el saber lo que comemos. Sobre todo
debemos comer frutas y verduras, poca carne y un poco más de pescado, a ser
posible azul (Siempre a la plancha, nunca fritos), no comer dulces, no abusar
del azúcar, de los yogures, de los platos preparados. Comer frutos secos, pero
no tostados (Nueces, higos secos, pasas). Estos no tienen colesterol, los
tostados si. Nada de patatas fritas y similares.
Comer a medida de lo que gastamos. No come lo mismo un minero
que una profesora de primaria. Hay que comer a medida de la actividad que
hacemos cada día. EL cuerpo, como dije antes, nos dirá cuando hemos de parar.
No debemos de abusar de las especias; la sal y el vinagre y otros condimentos,
que hacen que la comida esté tan rica, pero son perjudiciales para la salud.
Para comer bien, la compra ha de ser casi diaria, así
comeremos frutas frescas y del tiempo, zumos naturales recién exprimidos y
muchas cosas más que harán que mantengamos la salud y la figura.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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