DÍA A DÍA
05-01-2017
Día a día, semana a semana, mes a mes y año a año, nos damos
cuenta de que la vida se va pasando. Solo nos queda la esperanza, de que esta
no haya sido en valde, que hayamos hecho cosas positivas y nos sintamos
satisfechos, de haber vivido intensamente y con alegría.
En este tiempo de Navidad, es cuando echamos más a ver, que
un año más se nos fue. Con la ilusión de que nuestros hijos, continuarán la vida que nosotros emprendimos al nacer,
nos contentamos. Que esta sea positiva y que los años no hayan pasado en valde,
que hayamos dejado la huella de nuestro zapato, en este mundo de Dios, que nos
lo entregó para que viviésemos de cara a Él y con casi plena libertad de
movimiento. Para que hagamos o desagamos casi con plena libertad de movimiento
y a nuestras anchas. Solo nos pide Dios que vivamos felices. Tan solo nos dice
que le tengamos un poco en cuenta y eso implica querer a los demás, a la manera
que Jesús nos enseñó.
Nadie quiere morirse, pero poco a poco nos irá llegando la
hora a todos. Solo pido que cuando le llegue a cada uno/a, que haya cumplido
con su cometido, ese para el cual vino a este mundo.
Se trata de vivir intensamente, pero con la mirada puesta en
los demás. Esos pobrecillos, que por una razón u otra no tienen medios de
subsistencia, o viven en paises con conflictos de guerras, políticos o que
sufren los atentados de los terroristas o bien las inclemencias del tiempo. En
definitiva, fijarnos en aquellos que sufren y ayudarles, un poco, a vivir medio
dignamente, para que Dios no de su premio, que es la Vida Eterna. Si no se es
creyente, creer en nosotros mismos y que hemos de vivir solidariamente.
JOSÉ ANTODIO MÉRIDA.
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