viernes, 20 de enero de 2017

VIAJAR
18-01-2017
Es lo más agradable, para muchas personas, que nos puede suceder. En coche, en tren, en barco o en avión, ir a visitar otras ciudades del mundo, con sus monumentos, calles y palacios. Ver gente de  otras culturas, con costumbres distintas a las nuestras y de otras razas. Conocer el mundo, que es inmenso y deleitarnos con su forma de ser, de vivir, de comer y de divertirse, es un gozo para el cuerpo y para el alma.
Yo he viajado mucho, durante el servicio militar y he conocido buena parte de España y algunas ciudades de Francia, Italia, Portugal y Marruecos. Sus habitantes nos recibían con gracia y nosotros nos lo pasábamos pipa deleitándonos con su manera de ser y sus costumbres.
Hay mucha gente que desearía correr mundo y no puede hacerlo por motivos económicos. Cuando se ha viajado mucho ese ansia desaparece, porque ya nos hemos dado el gustazo de conocer otras ciudades, otras gentes y otra forma de vivir y de pensar.
Lo más agradable es ver a gentes distintas a nosotros y compartir nuestra vida con ellos.
El buen comer es una de las cosas que más nos gusta al viajar. Conocer recetas distintas a las nuestras y deleitarnos con su cocina, que es distinta, según al sitio que viajemos.
Si lo hacemos a países exóticos, nos podemos encontrar con gentes cuya piel es de otro color y que se toman la vida de otra manera a nosotros.
Si el bolsillo te lo permite, te aconsejo que hagas un viajecito, una vez, al menos, en la vida, al sitio que más te apetezca, con la familia. Lo pasarás bien.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario